Este proyecto de cooperación regional en el que han participado los 29 Grupos de Desarrollo Rural, entre ellos ADECOR, busca beneficiar tanto al medio ambiente como a los agricultores

 

Presidentes y gerentes de los Grupos de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha asistieron en Las Pedroñeras, a la jornada ‘Reto CO2 Suelos Rurales Castilla-La Mancha’. El evento reunió a expertos del ámbito académico y técnico para abordar los principales desafíos y oportunidades que plantea la gestión sostenible del suelo y los servicios ecosistémicos en Castilla-La Mancha.

En la jornada se presentaron las conclusiones extraídas del proyecto de cooperación regional, en el que han participado los 29 Grupos de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, entre los que se encuentra ADECOR.

En el acto se puso de manifiesto que los suelos agrícolas presentan una capacidad de absorción de CO2 tres veces superior a la capacidad de la biomasa aérea, siempre y cuando se manejen adecuadamente. Un 46% de la superficie de Castilla-La Mancha (aproximadamente 36.500 kilómetros cuadrados) está dedicada a la agricultura, y actualmente el contenido de carbono es de los más bajos del país, lo que supone un potencial enorme.

Tal y como se especifica en el estudio realizado, la región afronta grandes retos derivados del cambio climático (pérdida de fertilidad de los suelos, reducción de recursos hídricos, incremento de temperaturas extremas y presión creciente sobre los sistemas agrarios), pero esos mismos retos abren oportunidades únicas. La ejecución de este proyecto no sólo persigue reducir emisiones y aumentar el almacenamiento de carbono en suelos y cultivos, sino que también aspira a generar beneficios sociales y económicos, como apoyar a los agricultores en la modernización de sus explotaciones, favorecer la innovación tecnológica y abrir la puerta a nuevas fuentes de financiación, como pueden ser los mercados de carbono.

El presidente de RECAMDER, Jesús Ortega, destacó que “en un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad ambiental y la conservación de los recursos naturales, los suelos se han convertido en un eje clave para el desarrollo equilibrado de los territorios rurales”. De ahí que desde los Grupos de Desarrollo Rural se pusiera en marcha este proyecto de cooperación “que ha puesto de manifiesto el enorme potencial de los suelos agrícolas como sumideros de carbono, al tiempo que plantea oportunidades para la generación de créditos de carbono y la diversificación económica de las zonas rurales, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y la despoblación”.

Ortega agradeció el apoyo permanente del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, y la confianza depositada en los GDR y pidió a los Grupos “que continúen trabajando en la misma línea para seguir siendo los primeros en nivel de ejecución de los fondos europeos y para impulsar oportunidades de desarrollo”.

Por su parte, el director general de Desarrollo Rural, José Juan Fernández, puso en valor el esfuerzo realizado por los Grupos de Desarrollo Rural para ejecutar el 100% de los fondos de la programación 2014/2022 y también con este proyecto que busca explorar otras posibles vías para compensar la renta de agricultores más si cabe de cara a la próxima programación”. En este sentido, recordó que la propuesta de la Comisión Europea para el Marco Financiero Plurianual 2028/2034 conlleva una reducción del 22% del presupuesto de la PAC, por lo que si finalmente se materializa será más necesario que nunca buscar alternativas que puedan mejorar la rentabilidad de los agricultores.

Fernández también reconoció el trabajo de la coordinadora del área de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Soraya Corroto, en el impulso de este proyecto y de RECAMDER y concluyó señalando que “los GDR han de seguir siendo punta de lanza en cualquier iniciativa relacionada con el medio rural”.

Soraya Corroto, que participó en la clausura de la jornada, dio las gracias a los Grupos de Desarrollo Rural y a la Universidad de Castilla-La Mancha por el trabajo realizado y confió en que este proyecto piloto tenga continuidad en un futuro.

El profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Montes y Biotecnología de la Universidad de Castilla-La Mancha, del Campus de Albacete, Manuel Esteban explicó las conclusiones del estudio realizado para cuantificar la capacidad de absorción de CO2 en función de las características del suelo, las extensiones cultivadas, los tipos de cultivos y las técnicas agrarias utilizadas.

En la jornada se impartieron diferentes ponencias sobre la importancia de los servicios ecosistémicos en el contexto actual y las oportunidades y retos para el mundo rural; el estado legislativo actual a nivel europeo, nacional y regional en relación con el Reto Suelos Rurales Castilla-La Mancha; trabajos pasados y actuales en materia de identificación y evaluación del carbono en el suelo; la propuesta de una metodología regional de evaluación y monitorización del contenido de carbono en suelos agrícolas, a través de muestreos de campo, métodos satelitales y de imágenes y modelizado para estimar el carbono orgánico; y propuestas de futuro.

El proyecto de cooperación está financiado con cargo a los fondos Leader de la programación 2024/2022, cofinanciados por la Unión Europea, la Administración General del Estado y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

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